Ayuda a tu Projimo...



Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber… Mateo 25:35

En diferentes lugares podrás ver fotografías estremecedoras de personas hambrientas y luchando por sobrevivir. Probablemente, hayas visto algunas de las imágenes: niños desnutridos, con sus costillas asomando como listones a través de su piel; una mujer anciana acostada en una esterilla durante todo el día, porque no tiene la energía para levantarse. Aunque puede ser difícil entender las razones por las que estas personas tienen tan poco, no es difícil ver que están sufriendo.

Pero ¿qué puede hacer un jovencito como tú para ayudar?

“No tengo trabajo”, podrías decir. “No tengo dinero para comprar comida para millones de personas. Incluso si pudiera, ¿cómo voy a hacérsela llegar?”

No tienes que tratar de ayudar a millones de personas: puedes ayudar a una, tal vez, dos. Tal vez unas pocas. Y hay maneras de hacer que la ayuda llegue a donde es necesario.

¿Y AHORA?

Lee 2 Corintios 8:13 al 15, ¿Que dice acerca de tu responsabilidad de ayudar a las personas necesitadas?

SPLASH:

En algunos países muy empobrecidos, muchas familias deben vivir con solo unos dos pesos por día.


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