Claves para un matrimonio feliz - Primera Parte




Quizás usted haya escuchado que la mitad de los matrimonios hoy en día terminan en divorcio, con cónyuges amargamente disgustados y niños confundidos. ¡No deje que esto le suceda a usted! Ya sea que su matrimonio esté pasando por momentos difíciles, que su hogar sea un nido de felicidad, o que usted sea soltero y esté pensando casarse; ¡hay una serie de consejos gratuitos que le ayudarán en su matrimonio! ¡Provienen directamente de Dios, el creador y formulador del matrimonio! Si usted ha probado muchas alternativas, ¿por qué no le concede a Dios una oportunidad? Observe los consejos que se proveen en esta Guía y salve su hogar. 

1. Establezcan un hogar independiente.

"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24). 

Respuesta:   La regla de Dios es específica. Los que se casan deben dejar padre y madre y establecer su propio hogar, aun cuando las finanzas exijan que sea en un apartamento de una sola pieza. El esposo y la esposa deben decidir juntos sobre estos asuntos. Deberán informar a sus padres y luego deben permanecer firmes no importa quién se oponga. Miles de divorcios podrían evitarse si esta regla fuera cuidadosamente seguida.

2. Continúen con el noviazgo después del casamiento.

"Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados" (1 Pedro 4:8). "Su marido también la alaba" (Proverbios 31:28) "La casada tiene cuidado de cómo agradar a su marido" (1 Corintios 7:34) "Amaos los unos a los otros en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros" (Romanos 12:10).

Respuesta:   Continúe (o tal vez reviva) las cortesías propias del noviazgo durante la vida de casados. Un matrimonio de éxito no ocurre por arte de magia: debe desarrollarse. No dé por sentado el amor de su cónyuge: expréselo o de otra manera, la monotonía destruirá el matrimonio. Ocúpese de que el amor crezca o de otra manera morirá y terminarán separándose. El amor y la felicidad no se encuentran procurándolos para Ud. mismo sino brindándolos a otros. Por eso, pasen tanto tiempo como sea posible haciendo cosas juntos, si se quieren llevar bien. Aprendan a saludarse con entusiasmo. Tomen momentos de descanso, coman, conversen y salgan a pasear juntos. No descuiden las pequeñas cortesías, y los pequeños actos que puedan realizar para animarse el uno al otro y para demostrarse afecto. Sorpréndanse mutuamente con pequeños regalos. Trate cada uno de sobrepasar el amor del otro. No retiren del matrimonio más de lo que depositan en él. El divorcio en sí mismo no es el principal destructor del hogar, pero sí lo es la falta de amor. Si se le da una oportunidad, el amor siempre triunfa.

3. Recuerden que Dios los unió en matrimonio.

Dijo Cristo: "Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo 
separe el hombre" (Mateo 19:5-6). 

Respuesta:   ¿Casi ha desaparecido el amor en el hogar? El Diablo (ese nefasto destructor de hogares) es responsable de esto. No olviden que Dios mismo los unió en matrimonio y el plan de él es que permanezcan juntos y felices. El traerá felicidad y amor a sus vidas si obedecen sus reglas divinas mandamientos). Para Dios todo es posible (Mateo 19:26). No desesperen. Dios que pone amor en el corazón de un misionero por los nativos de lejanos lugares puede fácilmente proveer el amor del uno por el otro si se lo permiten.

4. Cuiden sus pensamientos, no dejen que sus sentidos los traicionen.

"Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él" (Proverbios 23:7). "No codiciarás la mujer de tu prójimo" (Exodo 20:17). "Guarda tu corazón [tus sentimientos] porque de él mana la vida" (Proverbios 4:23). "Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre... en esto pensad" (Filipenses 4:8).

Respuesta:   Los malos pensamientos destruirán el matrimonio. El Diablo intentará atraparlos con pensamientos como éstos: "Nuestro matrimonio fue un error". "Ella no me entiende". "No puedo soportar mucho más estas cosas". "De todos modos podemos divorciarnos, si es necesario". "Me iré de vuelta a la casa de mi madre". "El le sonrió a esa mujer". Abandone esa clase de pensamientos, porque ellos destruirán su hogar, ya que sus pensamientos y sentidos gobiernan sus acciones. Evite el ver, decir, leer o escuchar cualquier cosa que sugiera impureza o infidelidad, o el asociarse con cualquier persona que lo insinúe.

Los pensamientos descontrolados son como un automóvil en neutro en una pendiente. Cualquier cosa puede ocurrir, y el resultado será siempre desastroso.






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