Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos (Juan 15:13).
“Padre del año”.
Así era como algunas personas llamaban a James Kim.
James, su esposa Katie y sus dos pequeñas hijas habían salido de viaje por la carretera durante el día de Acción de Gracias de 2006. Ellos salieron de Oregon, planeado conducir hacia el sur, hasta su hogar en el norte de California. Pero, cuando los Kim no aparecieron, la familia, los amigos y los compañeros de trabajo comenzaron a inquietarse. Los días pasaban mientras se desarrollaba una intensa búsqueda. No se sabía nada y no había pistas de lo que había sucedido. Al final, Katie y las niñas fueron encontradas en una ruta de montaña de Oregon. La familia había sido detenida por la nieve y la tormenta mientras tomaba un atajo, con muy pocos alimentos y artículos de primera necesidad.
El clima severo hizo que todo fuera difícil. La temperatura estaba por debajo de cero grados, y no tenían forma de mantenerse calientes.
Ellas sobrevivieron más de una semana con galletitas y comida para bebés, que habían llevado para sus hijas de cuatro años y de siete meses. Tristemente, James murió en el desierto, después de dejar el auto en busca de ayuda.
El grupo de rescate que encontró el cuerpo de James determinó que él había caminado muchos kilómetros, vadeando ríos helados y caminado en nieve profunda. Había sufrido una severa hipotermia y no había ingerido una buena comida en dos semanas, pero se esforzó en la búsqueda de un milagro.
James dejó pistas, a fin de que los equipos de rescate, que esperaba que estuvieran buscándolos, pudieran verlas y se dirigieran a donde estaba su familia; eso fue lo que las salvó.
Con frecuencia, las personas que arriesgan su vida para ayudar a otras son llamadas héroes. ¿Cómo le queda esta etiqueta a jesús?
¿Puedes pensar en alguien que haya muerto para salvarte?
Seguro que sí.
¿Y AHORA?
Con frecuencia, las personas que arriesgan su vida para ayudar a otras son llamadas héroes. ¿Cómo le queda esta etiqueta a jesús?
SPLASH:
Hipotermia (del griego hypo, que significa “debajo”, y therme, que significa “calor’): descenso involuntario de la temperatura corporal por debajo de 35° C. Una caída de 2° C entorpece el habla y comienza a amodorrarse. Si desciende más, habrá inconsciencia o muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario