Nunca estás sola en las tribulaciones de la vida
Todas tenemos que enfrentar la adversidad en esta vida, sin importar cuál sea nuestra situación, o el rol familiar que tengamos que representar: seas esposa, madre soltera, abuela, hija o hermana: cada papel tiene sus propias pruebas, las cuales muchas veces son mayores de lo creemos poder soportar. A pesar de esto, hay algo que debes saber y tener siempre presente en tu mente: eres una hija especial de Dios, Él te ama y siempre está velando por ti. Su amor siempre está al alcance de tu mano, sin importar las decisiones que hayas tomado en tu vida: tu nivel económico, o tu apariencia; si estás triste, feliz o desanimada. Nunca estás sola. Él te acompaña.
Tal vez estés pasando por un momento muy difícil y a pesar de que hayas hecho todo lo posible por resolverlo o encontrar una solución, pareces no encontrar descanso. Este es un momento perfecto para recordar orar y para buscar el consuelo, la luz y la paz que solo un Salvador amoroso puede proporcionar. Como Él ha dicho: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” (Juan 14:27).
Estas son algunas de las maneras en las podemos sentir la presencia de Dios al tratar de seguir adelante, a fin de vencer las dificultades de nuestra vida
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