Un día como hoy hace mucho tiempo, llegaste al mundo gracias a tu madre, que te dio todo sin pedirte nada a cambio, y te hizo el regalo más grande que alguien puede dar a otra persona: la vida.
Eras tan pequeña que al sostenerte entre mis brazos me sentía como si fuera un gigante, algo mágico llegó a mi alma la primera vez que me tocaste con tus pequeñas manos, y pude sentir tu calor.
Me siento tan orgulloso de haberte visto crecer y convertirte en una persona tan única y especial, que en ocasiones no puedo llegar a creer lo afortunado que has sido, por que a tu lado he aprendido a ser mejor persona y a aprovechar los buenos momentos que nos brinda la vida: un atardecer, una sonrisa sincera, un abrazo inesperado, o un beso de buenas noches.
Te he entregado todo y te he dado todo mi amor, y que puedo decir, más que ahora eres una persona completamente libre con toda la vida por delante y que se encuentra preparada para la gran aventura de la vida. Mi amor, la niña de mi ojos, te deseo toda la suerte del mundo por que la vida en ocasiones no es un camino fácil, pero quiero que sepas que vas a poder contar conmigo para aconsejarte y cuidarte en los momentos en los que la realidad te supere y necesites volver a los reconfortantes y seguros brazos de tu padre.
Hoy es el día de tu cumpleaños y no puedo esperar a entregarte el regalo que he comprado para ti, por que quería demostrarte mi amor a través de algo que te sorprendiera, por que todo lo que me has dado me ha servido para aprender.
Muchas felicidades y espero que pases un día muy feliz, por que hoy comienza el resto de los días de tu vida.
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