Vamos a pensar en nuestra vida,
es tan corta que podemos hacer
que cada día cuente, nuestras
acciones diarias pueden hacer la
diferencia en el día de otra persona,
y traer bendición y esperanza.
El domingo es un día más relajado
para compartir con otros un té,
un café, un juego, un tiempo de
calidad que nos saque de la
rutina diaria, que marque con
una buena diferencia nuestro actuar,
que sea de alegría y paz para todos.
La vida se nos pasa rápido, los niños
crecen, los jóvenes también y pronto
se llega a la tercera edad, en cada
etapa podemos ser de buena
influencia para los demás.
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